No cabe duda de que el bien más preciado de el ser humano es la salud.Cuando se quiebra, nuestra vida puede verse seriamente cambiada. Los últimos días del año 2012, puedo dar fe de ello.

Afortunadamente, lo puedo contar y es por lo que inicio con ánimo este blog en el que publico cosas de mi vida, relacionadas con la fotografía o el flamenco.

Para el inicio de esta "nueva temporada", he preparado esta muestra de imágenes que recopilan un tributo de respeto y admiración al cantaor flamenco de Chiclana, Alonso Núñez RANCAPINO. Un artista gitano con un sello peculiar, compañero de juventud del recordado Camarón.Un cantaor profundo.

La idea se debe a otro gran artista que ha expresado con frecuencia ser devoto ferviente de su cante: Miguel Poveda.

El catalán que hace años vive y siente en Andalucía,ha querido organizar este homenaje, ocupándose de su organización. Y se notó su mano y sus maneras. Desde la elección del cartel al orden de actuación,el sonido, la iluminación,la relación con los medios.

Una muestra de profesionalidad y seriedad.  

Disculpada la ausencia de Jesús Méndez por la muerte de su familiar la Chiqui de Jerez, abrió el espectáculo el joven ecijano Kiko Peña con la guitarra de Jesús Guerrero.

Hacía algún tiempo que no escuchaba en directo al joven cantaor chiclanero Antonio Reyes y aunque el formato del espectáculo obligaba a intervenciones cortas, demostró su profundidad,su talento y su dominio con sabor a tangos, bulerías y unos pespuntes por fandangos. Fue su compañero a la guitarra el maestro jerezano Antonio Higuero.

Otro de los artistas esperados de la noche era Arcángel cuya carrera profesional ha confirmado con muestras de sabiduría, entrega y maestría. 
El cante por seguiriyas que hizo el artista onubense, quedó en mi cuaderno de buenos momentos del flamenco. Las muestras de estilos de fandangos, sirvieron para que tengamos aún en mayor consideración al maestro de Huelva.

Merece también nuestra consideración el guitarrista granadino Miguel Ángel Cortés cuyas notas sirvieron para unir a estos dos protagonistas y jóvenes artistas: Miguel Poveda y Árcangel.

La soleá los unió esta noche. Recordando a Pepe Marchena o Antonio Mairena. Dos grandes unidos para homenajear a un Rancapino, que se nos antoja, sencillo, humilde y callado. Y como siempre rebosante de ingenio gaditano.Esa es la imagen en mi memoria del cantaor chiclanero de demostrada  y fecunda trayectoria artística.
No es normal escuchar a dos cantaores hacer un dúo. Esta noche mágica disfrutamos de las maneras de cada uno de ellos.

La brillante guitarra de Jesús Guerrero, respiró aires gaditanos, seguro que rememorando recuerdos de la Venta Vargas donde pasó muchos momentos de su vida Rancapino.

 Como comentaba mi compañera Sara Arguijo:

 Un canto al compañerismo que acabó en un sentido abrazo.

Miguel Poveda es en estos momentos , sin duda, el artista más mediático en el mundo del flamenco.Y no voy a entrar en grandes reflexiones .Ya se ha escrito mucho sobre esto. Pero lo que no se le puede negar es su popularidad y su profesionalidad. Y su compañerismo.De ahí su solidaridad, demostrada en múltiples ocasiones. Rara es la vez en que se le pide una actuación en que el artista no se preste. 
Poveda quería rendir honores a un cantaor que desde la cuna sintió el pellizco de los viejos gitanos. El nieto de la cantaora La Obispa y quien venera  a los cantaores  Aurelio Sellés y Manolo Caracol.  Un chiquillo de Chiclana que con apenas 17 años intentaba ganarse la vida en los tablaos madrileños, que ganó el concurso de Mairena del Alcor y en 1977, consiguió el Premio Enrique el Mellizo del Concurso  Nacional de Córdoba.

En su doble intervención, primero con Arcágel y después en solitario, Miguel Poveda mostró su entrega y sus facultades. Me quedo con la malagueña con remate por abandolaos.

Concluyo este apunte con la intervención del cantaor gaditano Juan Villar con la guitarra de Niño Jero.
El veterano artista nos hizo recordar el dicho "quien tuvo retuvo". Como muestras, la profundidad de sus cantes por soleá y el ilimitado compás de sus bulerías.

Y como uno tiene sus limites, dejé aquí mi breve crónica a mi pesar.
Aunque no asistí, después pudo escucharse a Rancapino hijo y a Alonso con la guitarra de Paco Cepero y un fin de fiesta que incluyó a varios artistas, entre ellos Matilde Coral.

Quiero concluir con mi agradecimiento a quienes me habían animado para que siga publicado mis cosas en este blog.



(c)Paco Sánchez/2013